El restaurante Bagá de Jaén, con una estrella Michelin y tres Soles Repsol, entra en el top 5 de los mejores restaurantes de Europa según la lista OAD 2025 gracias a un menú que rinde culto al producto con platos que emocionan desde la primera cucharada.
En un pequeño local de apenas 45 metros cuadrados, con solo 8 comensales por servicio, ha convertido al restaurante Bagá de Jaén en un agradable lugar, silencioso y magnético para quienes entienden que comer bien (muy bien) merece un tiempo especial en la agenda.
Bagá no tiene vistas, ni mantel, ni alharacas. Tiene una cocina abierta, rodeada de bonsáis de olivo, donde Pedro y su equipo cocinan a escasos centímetros de las mesas. Y ahí es donde empieza todo. El menú es breve, de platos pequeños pero intensos, y no admite la distracción. Porque cuando todo está tan cerca, lo único que queda es mirar, oler, probar… y pensar.
No en vano, Bagá ha sido elegido como el cuarto mejor restaurante de Europa en la prestigiosa lista Opinionated About Dining (OAD) 2025, por delante de nombres mucho más mediáticos. Una decisión que confirma lo que muchos ya sabían: en Jaén también se hace alta cocina. Y de la buena.
Un menú corto, directo y sin atajos
El menú de Bagá se llama Sentir Jaén. La carta es discreta, pero te habla de 16 pases de una forma muy especial. No hay explicaciones largas. Solo una sucesión de platos en los que el producto se muestra sin disfraz. Empezar con una naranja y bottarga puede parecer arriesgado, pero enseguida llega la quisquilla de Motril con shiitake y todo cobra sentido. Hay algo delicado pero decidido en cada combinación. Nada se presenta porque sí.
Uno de los pases más comentados —y más sorprendentes— es el que une tocino y rosas. Literal. Un pétalo de rosa confitado apoyado sobre un velo de grasa de cerdo que actúa como conductor del aroma. Una locura, pero de esas que tienen lógica cuando pasan por la boca. El mismo efecto provoca su plato de alga nori con meunière. Una cucharada que te lleva a lugares distintos, como si te contara algo en otro idioma y tú lo entendieras igual.
Más adelante, una combinación que parece imposible: vaca con vainilla. Después, un final dulce a base de huevo y coco. La secuencia de platos está pensada como si cada uno fuera una pieza de un puzle que habla de Jaén, pero también del cocinero que los ha creado.
Pedrito, el cocinero que pone Jaén en boca de todos
Pedro Sánchez, o Pedrito, como lo llaman todos en el entorno gastronómico, no se parece a ningún otro chef. Tal vez porque no ha querido serlo nunca. Nació en Jaén y ahí se quedó. Se formó en casas de peso, como el Relais Château de Bagnols en Francia, con Martín Berasategui en Lasarte y en el Tragabuches de Dani García, en Ronda. Pero volvió. Y después de dieciséis años en Casa Antonio, decidió abrir su propio restaurante. Así nació Bagá.
Su cocina recoge todo ese bagaje. La precisión francesa, la exigencia de Berasategui, el desparpajo andaluz de García. Pero también recoge su carácter: directo, meticuloso, silencioso, generoso. Es capaz de hacer un guiso como si fuese alta costura. Y te cocina un pescado o una caza como si lo hubiese estado esperando todo el día solo para ti. Porque en Bagá, cada plato tiene ese punto de intención que no se puede copiar.
Una carta que habla de territorio y talento
Hay remolacha con codium, champiñón con merluza, huevas de trucha con tomate o una sorprendente lechuga con nata doble y vinagre de arroz. Platos que parecen sacados de un cuento de los hermanos Andersen, pero que en boca son puro equilibrio. Uno de los más redondos es el que combina callos de bacalao, mantequilla de oveja y flores. Otro, la pera con piel de anguila ahumada. Todo esto no es cocina “minimalista”, como algunos intentan resumir. Es cocina pensada, medida, sentida.
Y aunque hay técnica, no hay trucos. El lujo está en lo esencial. En que el producto sea perfecto. En que el sabor no tenga distracciones. Y en que, a pesar de todo eso, el menú sorprenda. Porque lo que propone Bagá no es una cocina de espectáculo, sino de respeto.
El mérito de no querer gustar a todos
Bagá no tiene música. No tiene un menú largo ni nombres de platos que parezcan versos de Manrique. Tiene lo justo. Y eso, en un mundo de excesos, es revolucionario. Pedrito no cocina para que le aplaudan. Cocina para que pienses. Para que recuerdes. Y, sobre todo, para que disfrutes.
Por eso, en 2025, se ha colado entre los mejores restaurantes de Europa. No por su tamaño. No por su estrella Michelin ni por sus tres soles Repsol. Sino porque lo que hace tiene sentido. Y porque, en el fondo, todos buscamos lo mismo: comer algo que no se parezca a nada y que, sin embargo, nos recuerde a todo.
Reservar mesa en el restaurante Bagá de Jaén
Dirección: C. Reja de la Capilla, 3, 23001 Jaén
Teléfono: 953 04 74 50
Web: bagagastronomico.com
Horario: Apertura a las 14:00h