El rodaje de La Resurrección de Cristo comenzará en septiembre en Italia y la película apunta a estrenarse en 2026, cerca de Semana Santa.
Mel Gibson vuelve a dirigir una de las secuelas más esperadas y debatidas de los últimos años. Después de más de una década de desarrollo, La Resurrección de Cristo ya tiene luz verde y empezará a rodarse en septiembre en los estudios Cinecittà, en Roma, con Lionsgate al frente de la distribución.
El cineasta retoma el universo de La Pasión de Cristo con una historia centrada en los días posteriores a la crucifixión, una etapa poco representada en la gran pantalla. Aunque todavía no hay imágenes ni tráiler, el anuncio ha sido suficiente para volver a poner el foco en el cine religioso, un género que Gibson reactivó en 2004 con la cinta original.
THE RESURRECTION OF THE CHRIST – coming soon. pic.twitter.com/DXARSRjull
— lionsgate (@Lionsgate) May 15, 2025
“Confío en que todo el equipo dará lo mejor de sí para el estreno de esta película”, ha afirmado Gibson, que también ha agradecido el respaldo de Lionsgate, a quienes considera “el socio ideal para este proyecto”.
Una secuela con ambición global
“La resurrección de Cristo es, para muchísima gente, la película más esperada del año”, aseguraba Adam Fogelson, presidente de Lionsgate. En sus palabras, el proyecto tiene una escala épica y está pensado para impactar al público a todos los niveles. “Es impresionante, emocionante, y dejará sin aliento a los espectadores de todo el mundo”, añadía.
Fogelson también quiso subrayar la implicación de Mel Gibson en cada etapa del proceso creativo. “Es uno de los directores más brillantes de nuestro tiempo. Esta historia le toca muy de cerca y es una muestra directa de su talento detrás de la cámara”, afirmó.
Un guion cocinado a fuego lento
Mel Gibson ha trabajado el guion junto a Randall Wallace, con quien ya colaboró en Braveheart y Pearl Harbor. Ambos llevan años dándole forma a esta secuela, que según el propio Gibson no tiene nada que ver con lo que hemos visto hasta ahora en cine religioso.
“Nunca había leído nada parecido”, confesó el director, que define el proceso de escritura como un viaje intenso, casi lisérgico. En sus propias palabras, la historia atraviesa territorios como el infierno y plantea una experiencia cercana a lo psicodélico. Un enfoque arriesgado que, según él, dará lugar a una película visualmente poderosa y cargada de simbolismo.
Qué se sabe hasta ahora de la historia
Aunque todavía no se ha desvelado el argumento completo, el título deja entrever que la acción transcurrirá en los tres días que siguieron a la crucifixión. Ese periodo, desde la muerte de Jesús hasta su resurrección, ha sido poco explorado en el cine, y es justo ahí donde Gibson quiere poner el foco.
El director aspira a ampliar el universo de La Pasión de Cristo con una nueva dimensión narrativa, más introspectiva y, probablemente, más espiritual. Una historia que va más allá del relato bíblico para explorar los dilemas teológicos, las emociones humanas y la conexión entre lo terrenal y lo sobrenatural.
¿Volverá el reparto original?
Por ahora, no hay confirmación oficial sobre el elenco de La Resurrección de Cristo, pero todo apunta a que Mel Gibson quiere reunir a parte del reparto de La Pasión de Cristo. En primer lugar, Jim Caviezel volvería a encarnar a Jesús de Nazaret, aunque su presencia podría levantar polémica incluso antes del estreno. En los últimos años, el actor ha sido vinculado a QAnon, un movimiento conspirativo con fuertes conexiones con la ultraderecha estadounidense.
Además, se espera el regreso de Maia Morgenstern en el papel de la Virgen María, Christo Jivkov como el apóstol Juan y Francesco De Vito como Pedro. También podría reaparecer Monica Bellucci, que interpretó a María Magdalena en la película original.
¿Por qué Mel Gibson retoma ahora esta historia?
Desde el estreno de La Pasión de Cristo en 2004, el cine religioso ha seguido produciendo títulos, pero ninguno ha alcanzado el impacto cultural ni el revuelo mediático que generó la obra de Gibson. Esa mezcla de éxito comercial y controversia sigue muy presente en la memoria colectiva, y quizá sea ese el momento que el director considera adecuado para volver a la carga.
El interés por temas espirituales y religiosos ha resurgido en ciertos sectores del público, y Gibson no ha dudado en aprovechar esta coyuntura para recuperar una historia que nunca terminó del todo. El director no esquiva los proyectos complicados y, en esta ocasión, vuelve a enfrentarse a un relato cargado de simbolismo, emociones extremas y potencial para abrir debates.
El legado de La Pasión de Cristo
Cuando se estrenó en 2004, La Pasión de Cristo no fue simplemente una película religiosa: fue un fenómeno cultural. Escrita y dirigida por Gibson, se presentó como una producción modesta —con un presupuesto de 30 millones de dólares— que terminó recaudando más de 600 millones en todo el mundo.
Su propuesta visual cruda y directa generó división. Mientras algunos la consideraron una obra poderosa y conmovedora, otros la criticaron por mostrar con excesivo realismo el sufrimiento físico de Jesús. Aun así, su impacto fue indiscutible. Incluso el Vaticano llegó a posicionarse. El entonces portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, afirmó que el Papa Juan Pablo II la había visto y la describió como una adaptación fiel a los evangelios.
Con estos antecedentes, La Resurrección de Cristo no lo tiene fácil. El nuevo proyecto deberá equilibrar fidelidad, innovación y sensibilidad para estar a la altura de lo que supuso aquella primera entrega.