Las claves que diferencian a las mejores baterías del mercado y por qué algunos fabricantes van varios pasos por delante
Para saber qué coche eléctrico tiene la mejor batería, hay que mirar más allá de su autonomía. Importan la química de las celdas, la gestión térmica, la velocidad de carga, la eficiencia del software y, sobre todo, cómo envejece el pack con los años. Los ciclos de carga, los trayectos largos, el frío extremo o el uso habitual de cargadores rápidos afectan directamente a su salud, y esto condiciona un componente que es, además, el más caro del vehículo. Por eso casi todas las marcas ofrecen garantías de ocho años o 160.000 kilómetros. Todas buscan lo mismo: dar confianza.
Aquí es donde resulta especialmente útil el estudio sueco de Kvdbil, un análisis independiente realizado sobre más de 1.300 coches eléctricos y PHEV usados. No se basa en cifras de laboratorio, sino en la capacidad real que conservan las baterías después de años de uso y climas exigentes. Según sus resultados, cerca del 80 % de los coches mantiene más del 90 % de capacidad y modelos como el Kia EV6, el Kia e-Niro o el Tesla Model Y destacan por su baja degradación. Un indicador muy útil de qué fabricantes están afinando mejor sus baterías.
A partir de ahí, la pregunta cambia. No podemos quedarnos en cuál dura más, sino en qué fabricantes están construyendo hoy las baterías más avanzadas, estables y eficientes del mercado. Estas son las diez que marcan el ritmo de 2025.
Los coches eléctricos con la mejor batería de 2025
Tesla 4680: las celdas que abrieron un nuevo capítulo
Las celdas 4680 fueron pioneras: mayor tamaño (46×80 mm), diseño sin pestañas para reducir resistencia y un pack estructural que forma parte del chasis.

Esto se traducía en más densidad, mejor eficiencia y menos peso. Aunque no todo el potencial prometido está desplegado, estas baterías siguen siendo referencia por capacidad, simplicidad de fabricación y una gestión térmica que favorece cargas estables y una degradación contenida. Son la base del enfoque de Tesla: hacer más con menos energía.
Porsche Taycan y Audi e-tron GT: la referencia en carga ultrarrápida
Sus baterías inauguraron la arquitectura de 800 voltios en un eléctrico de producción. Así, lograron potencias de carga de hasta 270 kW, menos calor en el sistema y un rendimiento mucho más estable incluso en conducción deportiva.

Los módulos refrigerados por líquido y el control térmico predictivo permiten llegar al cargador en su punto óptimo. Destacan por su consistencia: por eso las cifras de autonomía real suelen coincidir con lo prometido.
Hyundai Ioniq 5, Ioniq 6 y Kia EV6: degradación mínima y una de las cargas más rápidas del mercado
La plataforma E-GMP combina baterías con química NMC, una arquitectura de 800 voltios y un sistema térmico especialmente eficiente.

El resultado son cargas ultrarrápidas, consumos contenidos y una degradación bajísima. El estudio sueco lo respalda: el Kia EV6 es el modelo que mejor conserva su batería del informe, seguido por el e-Niro y el Tesla Model Y. Para muchos usuarios, incluso con uso intensivo de carga rápida, la pérdida de capacidad real es mínima años después.
BYD Blade Battery: las LFP más seguras y duraderas
BYD reinventó la química LFP con su diseño en forma de láminas largas o cuchillas, de ahí su nombre. Esto le permite aprovechar mejor el espacio, refuerza la rigidez del pack y eleva la seguridad frente a sobrecalentamientos.

Las Blade son famosas por su estabilidad térmica y por tolerar ciclos de carga constantes sin degradarse. Son unas de las baterías más robustas del mercado, y tienen gran parte de culpa del éxito europeo de BYD en segmentos urbanos y familiares.
Mercedes EQS: autonomía estable y eficiencia en carretera
El EQS utiliza un pack de más de 108 kWh útiles, uno de los mayores disponibles en un turismo. Funciona sobre una arquitectura de 400 voltios, pero su alta densidad energética y la eficiencia aerodinámica del modelo permiten lograr autonomías reales muy cercanas a la homologación.

Es una batería pensada para viajar lejos con constancia: mantiene buen rendimiento incluso en frío, envejece despacio y ofrece una estabilidad que pesa más que la velocidad de carga.

Volvo XC40/C40 y Polestar 2: estabilidad en climas fríos y una degradación sorprendentemente baja
El estudio sueco sitúa a Volvo y Polestar entre los modelos que mejor conservan su batería con el paso de los años, una conclusión lógica en dos marcas que afinan especialmente la gestión térmica.

Sus packs NMC funcionan sobre una arquitectura de 400 voltios, con módulos refrigerados por líquido y un software que protege la batería en cargas rápidas y en uso intensivo en autopista.

Aunque no persiguen cifras extremas de potencia o de capacidad, destacan por algo más valioso en países fríos: una pérdida de capacidad mínima y un comportamiento muy estable. Es una de las baterías con mejor reputación en durabilidad real dentro del mercado europeo.
Xpeng G6 y G9: eficiencia, 800 voltios y carga muy rápida
Xpeng ha entrado en la élite con una arquitectura de 800 voltios, electrónica en carburo de silicio y cargas de hasta 300 kW.

El G6 ofrece baterías LFP o NMC de 66 a 87,5 kWh, y el G9 escala hasta 98 kWh, todas con refrigeración líquida avanzada. Son modelos con consumos muy competitivos y potencias de carga que se mantienen altas durante más tiempo.

Una prueba más de que China ya compite de tú a tú con las marcas más veteranas.
Rivian R1T y R1S: baterías gigantes pensadas para sobrevivir
Rivian prioriza la robustez. Sus packs alcanzan 105, 135 y 149 kWh, con módulos sellados y refrigeración líquida capaces de mantener la entrega de potencia remolcando o en rutas off-road prolongadas.

Trabajan a 400 voltios, pero con corrientes muy altas para compensar. La autonomía real se mantiene incluso en condiciones duras, y la durabilidad es una de las más valoradas del mercado estadounidense.

Lucid Air: densidad energética líder
Lucid ha desarrollado un pack de alrededor de 118 kWh con una arquitectura de 900 voltios, una de las más elevadas en un coche de producción.

Supera los 250 Wh/kg de densidad energética en módulo, lo que se traduce en autonomías reales excepcionales y cargas que superan los 300 kW.

El control térmico es exquisito: mantiene la potencia y la eficiencia incluso en viajes largos y temperaturas extremas. Puede decirse que, tecnológicamente, es una de las baterías más avanzadas del mundo en la actualidad.
Volkswagen y Skoda (MEB): equilibrio y estabilidad para la mayoría
La plataforma MEB apuesta por baterías entre 55 y 77 kWh netos, con química NMC en las versiones superiores y LFP en los modelos de acceso.

Trabaja a 400 voltios con cargas de hasta 135 kW, suficiente para el uso diario sin comprometer la salud a largo plazo. No busca cifras récord, sino consumos estables y una degradación muy baja.

Es la batería que mejor representa el equilibrio que busca el mercado generalista.
Entonces, ¿qué coche eléctrico tiene la mejor batería?
No hay una única respuesta válida, porque cada fabricante destaca en un área distinta. Tesla sigue marcando el paso en eficiencia y gestión térmica y Porsche, Audi, Hyundai y Kia brillan en carga ultrarrápida. BYD ha convertido el LFP en sinónimo de seguridad y longevidad, mientras que Mercedes y Lucid dominan la autonomía real. Xpeng presiona por arriba con tecnología de vanguardia… Y Volkswagen ofrece un equilibrio que encaja con la mayoría de conductores.
Pero lo más importante es que estudios como el sueco revelan que las baterías modernas están muy avanzadas, y aguantan mucho mejor de lo que solíamos pensar, conservando gran parte de su capacidad incluso tras años de uso intensivo. Algunas buscan velocidad de carga, otras durabilidad química y otras una eficiencia milimétrica. Independientemente, la buena noticia para quienes se plantean el salto a un coche eléctrico es que nunca había habido tantas tecnologías tan sólidas compitiendo al mismo nivel.

