Lexus acaba de presentar en primicia mundial un concept que une herencia, técnica y una nueva forma de entender los deportivos eléctricos.
Entrar en el universo Lexus siempre implica acercarse a una forma de crear coches donde la técnica se cuida como si fuera un oficio heredado. La marca ha ido construyendo ese camino con calma, dejando claro que su idea de innovación nace del respeto por aquello que sus ingenieros aprendieron de quienes llegaron antes. Por eso, cuando hoy ha presentado al mundo el nuevo Lexus LFA Concept, la sensación ha sido la de asistir a un momento importante dentro de esa historia que mezcla pasado, presente y lo que viene después.
La saga LFA nunca ha sido solo un nombre. Representa la manera en la que Lexus entiende la excelencia en la conducción y cómo esa visión se transmite de generación en generación. Ahora, la marca toma ese legado y lo lleva a un terreno nuevo: un deportivo eléctrico de batería que quiere abrir una puerta diferente dentro de los BEV deportivos. Un coche que busca emoción, técnica y una inmersión total en la experiencia de conducir.
Un estreno mundial que marca una intención clara
Lexus ha mostrado por primera vez el LFA Concept como un estudio avanzado de lo que puede ser un deportivo BEV de nueva generación. Este modelo nace de una idea muy concreta: preservar el conocimiento artesanal de la marca y llevarlo a un futuro electrificado. Akio Toyoda, conocido también como Master Driver Morizo, ha insistido durante años en que ciertas habilidades no pueden perderse. Y este concept es la forma de demostrar que ese legado sigue vivo.
Mientras la electrificación avanza, Lexus quiere que el placer de conducir permanezca. El LFA Concept aparece como un punto de unión entre tradición y futuro, con el objetivo de superar las expectativas de quienes buscan algo más que cifras o tecnología.
El espíritu “Shikinen Sengu” llevado a un deportivo eléctrico
El concepto Shikinen Sengu, que inspira el proyecto, habla de cómo las técnicas pasan de manos veteranas a manos jóvenes para evolucionar con el tiempo. Esa filosofía se nota en la estructura del coche. Lexus ha partido de un chasis completamente de aluminio, ligero y muy rígido, y lo ha combinado con una posición de conducción perfecta que acerca al conductor al centro del coche.
Son decisiones que buscan reforzar esa sensación de unidad entre humano y máquina que siempre ha definido a los deportivos más especiales. Aquí, además, se ha añadido un objetivo claro: explorar el potencial que solo un BEV puede ofrecer.
Diseño centrado en la inmersión y en la belleza mecánica
El exterior del LFA Concept mantiene una silueta baja y fluida, con proporciones que recuerdan al espíritu del LFA original sin repetirlo. Lexus ha buscado un equilibrio entre rendimiento aerodinámico y una belleza escultórica que aguante el paso del tiempo.
La marca quiere que este concepto emocione sin necesidad de subrayarlo. Que quien lo vea sienta que está ante un coche pensado para conducir y no para posar. Por eso el diseño no está lleno de artificios. Está construido desde la intención de crear algo que conecte de manera directa con el conductor.
Un habitáculo que funciona como una extensión de la mente
El interior del LFA Concept sigue la misma línea. La cabina se ha planteado como un lugar donde todo se entiende al instante y no hay distracciones. Los mandos se agrupan alrededor del conductor, el volante permite girar sin mover las manos y cada componente tiene una función clara.
Ese enfoque minimalista no es una moda. Es la forma de conseguir que el coche desaparezca y solo quede la experiencia.
El concept mide 4.690 mm de largo, 2.040 mm de ancho, 1.195 mm de alto y tiene una batalla de 2.725 mm, con dos plazas. Un formato que habla de un deportivo puro, pensado para disfrutar y para mostrar hasta dónde puede llegar Lexus en su próxima era eléctrica.
