Los coches automáticos tienen más historia de la que imaginas y están marcando el camino hacia la conducción del futuro.
No cabe duda, el automóvil es uno de los inventos más importantes de nuestra historia. Y es que, su invención supuso un hito y una revolución para la humanidad. Hoy en día, no sólo es una solución de movilidad para nuestra vida cotidiana, también es un estilo de vida acorde a nuestras necesidades.
Se estima que existen (más o menos) 1.500 millones de coches en el mundo y que diariamente se fabrican cerca de 165.000 coches. Y sí, elegir un coche entre tanta oferta es complicado, pero aunque en Rísbel solemos recomendarte las novedades del mercado, en este artículo queremos desvelarte algunos datos que quizás desconoces sobre uno de los inventos más emblemáticos de la historia. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo…
El mercado ofrece cada vez más opciones de transmisión automática, una tendencia global que sigue aumentando, esto en parte se debe al aumento de la comercialización de las tecnologías de propulsión híbridas y eléctricas y también a que nos estamos acostumbrando a la comodidad y ventajas que ofrece este tipo de transmisión.
¿Quién inventó el coche autónomo?
Pues es realmente impresionante. En el siglo XV, Leonardo Da Vinci construyó la primera caja de cambios de la historia. El genio italiano inventó un cambio de velocidad compuesto por dos piezas, una cilíndrica y otra cónica, que gracias a una serie de engranajes convertía el mecanismo en un cambio de velocidades. Así se plasmó la concepción de las cajas de cambios que se conocen en la actualidad.
¿Quién lo usó por primera vez?
Desde Da Vinci pasó mucho tiempo hasta que, en 1903, un hombre muy famoso por sus contribuciones a la industria automotriz, Fred Lanchester, desarrolló una caja de cambios basada en engranajes epicíclicos y lo puso en práctica en un automóvil. Y dos décadas más tarde, Henry Ford, un grande de la industria automotriz, aceptó y probó la idea de Lanchester.
La compañía automovilística americana utilizó la idea de la caja de Fred en su famoso modelo T, el cual tenía dos cambios o dos velocidades y la marcha atrás. El resultado fue todo un éxito, ya que los fabricantes vendieron más de 15 millones de unidades con este mecanismo.
Sin embargo, hubo otro hombre a quien realmente le intereso el tema, lo estudio más a fondo y finalmente lo adecuó a los vehículos más modernos, este hombre fue Walter G. Wilson. En tan solo dos décadas los sistemas de cambio de velocidades comenzaron a proliferar de forma meteórica.
En 1928 Wilson presentó un mecanismo preselector fundamentado en una palanca alojada bajo el volante con la que el conductor podía dar marcha al vehículo siempre que se presionara un tercer pedal. Este sistema tuvo que esperar unos treinta años para ver cómo su ingenio empezaba a utilizarse por General Motors con su cambio Hydra-Matic que nació en 1939 y equipó finalmente a un modelo Oldsmobile en 1948. Fue el primer cambio automático con cuatro posiciones; mientras otros constructores –también estadounidenses– empezaron a utilizar este tipo de cambio, siendo los primeros en darle importancia a la comodidad del conductor al volante.
Este sistema se fue perfeccionando poco a poco, combinando diferentes métodos (dispositivos hidráulicos y reactores), hasta alcanzar el cambio de marchas síncrono que se conoce en la actualidad. Y a partir de los años 80, y sobre todo durante los 90, ya empezaron a darse cambios significativos.
Pero es durante estos últimos años cuando las cajas automáticas evolucionan en mayor medida, dejando de ser solamente mecánicas y dando paso a unos cambios totalmente tecnológicos. Estos avances han permitido que ahora contemos con cajas secuenciales capaces de realizar múltiples cambios sin tanto esfuerzo, y a más velocidad.
¿Sabías que existe un carnet sólo para coches automáticos?
Hay gente a la que le resulta complicado conducir, o se agobia sólo de pensar en que debe coger un coche, personas mayores que antes no se han atrevido a sacárselo, o sencillamente porque ahora lo necesitan… Pues sí, para este tipo de personas existe un permiso de conducción de coche automático. Este permiso se basa en el carnet B y aquellos que lo obtienen quedan habilitados para llevar cualquier coche sin pedal de embrague. Además, es obligatorio para gente con alguna minusvalía que les impida usar la pierna izquierda.
Para poder aprobar la prueba práctica hay que hacer el examen teórico, que es exactamente idéntico y la autoescuela tiene que avisar a la DGT que el examen práctico se va a realizar en modalidad automática. El precio no cambia y el permiso es igual al de un carnet B normal.
Eso sí, quien opte por sacarse un carné de coche automático, que se olvide de conducir un cambio manual o le caerá una multa (la sanción incluye pérdida de puntos). Y también tienes que saber que, la DGT permite un permiso similar para las motocicletas con las mismas restricciones, para quien sólo desee conducir un scooter automático.
No sólo hay «coches» automáticos
Ya no son solo los coches los que ofrecen esta posibilidad, sino que otros vehículos como los camiones, motocicletas y autobuses también gozan de este sistema, que ha logrado facilitar el día a día del conductor, convirtiendo la conducción en algo mucho más relajado y placentero.
¿Dónde se venden más coches automáticos?
Ya hemos comentado que Estados Unidos fue el primer país que puso en marcha su uso y por eso no es de extrañar que allí las matriculaciones de coches automáticos copen el 90%, sin embargo en Japón también pasa lo mismo y esto en parte se debe al aumento de la comercialización de las tecnologías de propulsión híbridas y eléctricas y también a la comodidad de conducirlos sobre todo en grandes ciudades.
Es el futuro para la conducción eléctrica y autónoma
Los vehículos eléctricos no necesitan una caja de cambios, por lo que solo llevan incluido un sistema de reducción de las revoluciones y todos son automáticos. Los modelos híbridos enchufables también son todos automáticos y permiten disfrutar plenamente de la conducción puramente eléctrica, con su suavidad, empuje y silencio.
Ya sabemos que el coche autónomo desempeñará un papel crucial en el futuro y por supuesto estos coches son automáticos. La conducción autónoma es un concepto amplio en el que se engloban una serie de asistentes a la conducción, también llamados ADAS, del inglés Advanced Driver Assistance Systems o, traducido, Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor. En función de la capacidad de estos asistentes para conducir el coche sin intervención humana, se dice que el vehículo tiene más o menos nivel de conducción autónoma.
Actualmente no existe ningún coche 100% autónomo en el mercado
Aunque sí hay diferentes proyectos en desarrollo. El escenario actual de evolución de la tecnología permite que nos encontremos en un nivel intermedio. Los coches más avanzados del mercado, en la actualidad, tienen un nivel 2+ y, alguno, en condiciones muy concretas como Ford o Mercedes Benz, nivel 3. El nivel 2 convencional se ha estandarizado mucho y es común disponer de estas ayudas a la conducción incluso en coches de coste relativamente bajo.
Pero en España la ley no permite que el conductor suelte el volante durante la conducción, aunque se está desarrollando su marco legal. Por tanto, no está permitido hacer uso de un nivel 3 de conducción autónoma o superior, aunque la tecnología lo haga posible.
En algunos estados de los Estados Unidos, como California, está permitido el uso de conducción semi-autónoma que conlleve soltar los mandos del coche. También hay países europeos en los que se está estudiando la implantación de transportes autónomos, tipo taxi, y en los que se autorizan pruebas de conducción autónoma a desarrolladores en carreteras abiertas al tráfico.