BMW remata la historia del Z4 con una edición final que cualquier coleccionista querrá tener en su garaje.
La historia del BMW Z4 comienza en 2002, pero sus raíces se hunden mucho más atrás, en esa tradición de la marca por crear descapotables de dos plazas que transmiten libertad, precisión y un punto de rebeldía. Ahí están el mítico BMW 328 Roadster, el elegante BMW 507 o el imponente BMW Z8, todos ellos convertidos en piezas que hoy siguen despertando emociones.
El Z4 llegó para tomar el relevo del Z3, presentado en 1995, y heredó su espíritu desde la planta de BMW en Spartanburg, en Carolina del Sur. Capó largo, trasera corta y esa postura muy cerca del suelo que convierte cada curva en un pequeño ritual. La primera generación destacó por su rigidez torsional y por un equilibrio casi perfecto entre los ejes. Y quien probó un Z4 M Roadster, con el motor del M3 y un 0 a 100 en 5 segundos, difícilmente olvidó la experiencia.

Después llegaría la segunda generación, presentada en 2008, con un gesto técnico que marcó un antes y un después: el techo rígido retráctil que se abría en 20 segundos. Más espacio en el interior, más confort y el estreno del sistema iDrive en un roadster de la marca. En 2018 apareció la tercera generación, presentada en Pebble Beach, con una vuelta al origen: capota de tela, postura deportiva, interior centrado en el conductor y motores que seguían defendiendo la filosofía de “puro placer de conducir”.
Un adiós limitado para quienes llevan años soñando con un Z4
BMW quiere despedir al Z4 como se despide a un viejo amigo: con una edición exclusiva convertida en coche de lujo. La Final Edition solo podrá encargarse durante un periodo breve que arrancará a finales de enero de 2026. Y lo convierte en una edición casi secreta: España tendrá únicamente 10 unidades.
Además, la producción del Z4 terminará definitivamente en marzo de 2026. Es decir, quien quiera uno de estos últimos roadster tendrá que decidirse rápido. Y esa sensación de urgencia forma parte de su encanto.
Un exterior que convierte la carretera en una pasarela
El BMW Z4 Final Edition llega con un acabado exclusivo que no se puede elegir en ningún otro Z4: Frozen Matt Black. Es una pintura mate que potencia cada línea del coche y que, bajo la luz, parece tensar las superficies. Combina con el paquete M High-gloss Shadowline, que oscurece los detalles exteriores y refuerza ese carácter deportivo que siempre ha acompañado al modelo.

El freno M Sport en color High-gloss Red añade un punto de dramatismo visual. No es solo una cuestión estética: ofrece una frenada precisa y muy directa. Aun así, si el cliente prefiere otro color de la gama Z4, puede pedirlo sin coste adicional.
Interior con costuras que cuentan una historia
Por dentro, el Final Edition juega con un detalle sencillo pero efectivo: las costuras rojas en contraste. Aparecen en el panel de instrumentos, la consola central y los paneles de las puertas. Pero donde mejor funcionan es en los asientos M Sport tapizados en mezcla de cuero Vernasca y Alcántara.

El volante M Alcántara, también con costuras rojas, acaba de redondear la personalidad del coche. Y los umbrales de las puertas llevan un grabado especial que recuerda al conductor que está entrando en una pieza limitada, casi de colección.
Tres motores y tres formas de vivirlo
La Final Edition no se limita a una sola motorización. Está disponible en:
- sDrive20i: 197 CV
- sDrive30i: 258 CV
- M40i: 340 CV, motor de seis cilindros, con ese sonido al que los fans de BMW no renuncian.
La marca quiere cerrar la historia del Z4 permitiendo que cada cliente elija la versión que más encaja con su idea de roadster.

Puede que este BMW Z4 Final Edition sea la manera que tiene BMW de agradecer a todos los que han seguido la historia del Z4 desde 2002. Y también, por supuesto, un guiño a quienes disfrutan del coche por lo que es: un descapotable pensado para sentir cada kilómetro. Y sí, obviamente una despedida así duele un poco, pero también deja buen sabor de boca. Porque no todos los días se tiene delante el final de un icono. Y esta vez, además, viene numerado.

