Modelos en piel, acabados artesanales y combinaciones con pantalones fluidos, lino o traje relajado: así se llevan las sandalias de hombre para vestir este verano.
Vestir bien cuando suben las temperaturas tiene su truco. El calor pide prendas ligeras, tejidos que respiren y, sobre todo, calzado abierto. Pero si el plan exige cierto nivel —una cena, un evento al aire libre, una cita importante— hay que saber elegir. Las sandalias para vestir existen, y pueden funcionar mejor que unos mocasines si se combinan con cabeza.
Lo importante está en el diseño. No todas valen. Las de tiras finas en piel oscura, con cierre discreto y acabado limpio, suelen ser una apuesta segura. Funcionan con bermudas bien cortadas, pantalones de lino o incluso un traje ligero si el ambiente lo permite.
Firmas como Hermès, Brunello Cucinelli o Dries Van Noten han incluido sandalias pensadas para eso: vestir sin perder estilo. Con o sin calcetines, según el look, el secreto está en el conjunto. Porque no se trata solo de enseñar el pie, sino de hacerlo con intención.
Sandalias de piel con suela de yute de Polo Ralph Lauren
Hay sandalias que gritan verano sin necesidad de estampados ni colores chillones. Estas de Polo Ralph Lauren lo hacen con piel tostada, hebillas metálicas y una base de yute trenzado que huele a escapada a la Costa Brava. El modelo “Turbach” tiene ese aire entre clásico y artesanal que funciona tanto con bermudas de lino como con unos chinos bien remangados.
La clave está en el contraste: la estructura de doble tira con hebilla recuerda a las sandalias más icónicas, pero el acabado de la piel y el ribeteado en yute les da un punto más elevado, más pensado. Funcionan muy bien con prendas neutras, tejidos ligeros y tonos tierra o blanco roto. Una camisa holgada, un pantalón fluido y un cinturón trenzado pueden ser el combo perfecto.
No son sandalias para pisar la arena, son para moverse por la ciudad sin perder ni un ápice de estilo. Y lo mejor de todo: no hace falta sacrificar la comodidad. Aquí se viste bien desde el suelo.
Brunello Cucinelli y su sandalia tejida
No hay detalle en estas sandalias de Brunello Cucinelli que no hable de precisión, tiempo y manos expertas. El modelo, confeccionado en Italia, parte de una estructura clásica de tiras cruzadas en piel marrón, pero lo que las diferencia es el tejido artesanal del cuero y la manera en que se integran con el resto del look: sin estridencias, con presencia.
La base ligeramente acolchada aporta confort sin alterar la línea depurada del conjunto. Aquí no hay costuras decorativas ni logos visibles. Solo material noble, proporciones exactas y acabado pulido. Funcionan especialmente bien con pantalones rectos de lino, como en la imagen, y camisas de manga larga desabotonadas, en clave relajada pero cuidada.
Este tipo de sandalia no es un complemento: es una pieza de estilo en sí misma. Habla de un tipo de elegancia que no necesita adornos, que se nota en cómo cae el pantalón, en cómo camina quien las lleva. Un gesto sutil, pero muy claro, de lo que significa vestir bien cuando el termómetro sube.
Saint Laurent tiene la sandalia negra definitiva para combinar con sastre
Negra, precisa y sin adornos innecesarios: así es la sandalia “Culver” de SAINT LAURENT, una de esas piezas que resumen a la perfección el ADN de la maison. El diseño está hecho en Italia con tiras de piel lisa que se cruzan sobre el empeine, formando una estructura que envuelve el pie con firmeza, sin perder ligereza. La plantilla es flexible, lo justo para moverse con comodidad sin renunciar al estilo.
En cuanto al look, funciona igual de bien con unos pantalones de pinzas que con unos shorts de corte limpio. Aquí la propuesta va un paso más allá: bermuda negra deshilachada, jersey de punto calado en crudo y un estilismo que juega con los contrastes entre lo pulido y lo desestructurado.
Lo interesante de este modelo es su versatilidad. Puede vestirse para un plan de noche con americana abierta o para una comida de verano con camisa fluida y pantalón blanco. El negro, cuando está bien construido, se convierte en un recurso infalible. Y estas sandalias lo dejan claro sin necesidad de decir nada.
Dolce&Gabbana apuesta por el logo en relieve y el total black
Estas sandalias negras de Dolce&Gabbana son el ejemplo perfecto de cómo reinterpretar lo básico con un giro de marca. El diseño, en piel lisa y acabado mate, lleva las iniciales entrelazadas de la firma grabadas en relieve con cortes estratégicos que le dan textura y presencia sin necesidad de recurrir a brillos ni ornamentos.
Lo más interesante es su capacidad para elevar looks aparentemente informales. En las imágenes, se combinan con pantalones de pernera ancha y tejido satinado, creando un efecto visual que alarga la silueta y refuerza ese aire limpio, casi escultural, del conjunto. El negro sobre negro siempre funciona, pero aquí lo hace jugando con las texturas: la piel mate frente al brillo sutil del pantalón, el punto cerrado del jersey frente a la suavidad del cuero.
Estas sandalias no requieren demasiadas florituras: son seguras, bien construidas y fáciles de integrar en estilismos que requieren juego. Funcionan igual de bien con unas bermudas de sastre que con un total look monocolor de pantalón fluido largo, como el que propone esta imagen.
Manolo Blahnik y su efecto cocodrilo
Las sandalias “Otawi” de Manolo Blahnik demuestran que el lujo también puede vivirse desde la naturalidad. El diseño, trazado a mano por el propio Blahnik, parte de una silueta clásica con dos tiras cruzadas que envuelven el pie con precisión. La piel de becerro con acabado efecto cocodrilo aporta textura y profundidad, sin resultar excesiva. El resultado es elegante, pero no rígido.
En el look que acompaña a estas imágenes, las sandalias se combinan con pantalones amplios de caída fluida y una camisa estampada abierta sobre un top de punto ajustado. Un juego de proporciones y texturas que hace que el conjunto funcione con ritmo. Aquí no hay estridencia, pero sí intención.
Son sandalias pensadas para contextos donde el estilo cuenta. Una cena al aire libre, una cita con cierto nivel o un evento relajado con código no escrito. Combinan especialmente bien con prendas en tonos tierra, tejidos vaporosos y camisas con carácter. El calzado habla, pero no interrumpe. Y eso, en verano, vale mucho.
Valentino Garavani firma la chancla estampada
Las chanclas de Valentino Garavani tienen esa mezcla exacta entre identidad visual fuerte y diseño funcional. La tira ancha de lona con patrón de cuadros en tonos arena se combina con un aplique de piel marrón donde destaca, sin disimulo, la “V” de la firma. Todo sobre una base de puntera cuadrada que le da un aire gráfico y actual. No son las típicas sandalias de verano: están pensadas para elevar el conjunto desde el suelo.
El estilismo que acompaña este modelo es una declaración total. Pantalón ancho de tejido satinado, camisa estampada con flores y remate de borlas y una actitud que lo aguanta todo. El conjunto funciona porque equilibra elementos con peso visual. Las chanclas, lejos de desentonar, aportan orden y estructura.
Estas sandalias se pueden llevar con piezas más sencillas —una camisa de lino blanca y unos vaqueros amplios, por ejemplo— o con looks arriesgados como este, que no piden permiso, simplemente destacan y aciertan. La clave está en mantener el gesto relajado y la intención clara. Lo demás, es caminar con estilo.
ZEGNA Panarea: artesanía en piel tejida y estética minimal para el día a día
Las sandalias Panarea de ZEGNA tienen algo que no se ve, pero se nota. La piel negra PELLETESSUTA™, tejida a mano con una técnica exclusiva de la casa italiana, transforma un diseño simple en un gesto de distinción. La suela de goma aporta resistencia y confort, pero es la tira cruzada la que define el carácter: estructurada, limpia y con la textura justa para marcar diferencia sin llamar la atención.
Loewe + Paula’s Ibiza presenta la sandalia negra que lo aguanta todo
Las sandalias “Flex” de Loewe + Paula’s Ibiza son una lección de diseño depurado con alma balear. Hechas en piel de becerro negra y con el logotipo Anagrama grabado en el empeine, estas sandalias nacen en el taller madrileño de la casa, pero llevan el espíritu relajado de Ibiza cosido en cada trazo. No hay adornos ni costuras innecesarias. Solo forma, textura y una promesa: con el uso, la piel se amolda al pie como un guante.
Lo mejor es cómo funcionan dentro de un look pensado para vestir. Su línea limpia encaja perfectamente con pantalones rectos de lino, trajes sin forro o bermudas con caída. Pero también pueden combinarse con prendas más urbanas: un pantalón fluido negro, camiseta sin mangas y una sobrecamisa abierta. La clave está en dejar que la sandalia hable desde el silencio.