Trajes amplios, lino y detalles personales: Así visten los hombres que mejor entienden el verano.
Florencia huele a canícula y a cuero recién hidratado. Entre los muros de la Fortezza da Basso, del 17 al 20 de junio, Pitti Uomo 108 llenó la ciudad de pasos rápidos, cámaras y reverencias. El termómetro subió, sí, pero lo que de verdad quemaba era la inspiración que emanaba en cada esquina.
La feria, con más de seis décadas de historia, funciona como un radar mundial de moda masculina: marcas nuevas, firmas centenarias y compradores confluyen aquí antes que en cualquier otra parte, dando como resultado instantáneas con los estilismos de los hombres mejor vestidos del mundo.
Este junio la programación mezcló tailoring ligero y athletic wear. Post Archive Faction acercó patrones técnicos, mientras Homme Plissé Issey Miyake llenó un claustro de tejidos plisados que bailaban con la brisa. Fuera del recinto, los visitantes respondieron con lino crudo, mocasines sin calcetines y gafas vintage, componiendo un desfile espontáneo digno de foto en cada paso.
Con esa postal fresca aún en la memoria, hemos seleccionado los outfits veraniegos que mejor tradujeron el espíritu de la feria. Prepárate para ideas que inspiran.
1. Blanco crudo y marrón chocolate: una mezcla inesperada que funciona
El blazer cruzado blanco en lino respira verano desde el primer botón. Combinado con una camisa polo tostada y pantalones amplios en marrón oscuro, el conjunto encuentra su equilibrio entre lo clásico y lo relajado. El pañuelo al cuello suma personalidad sin forzar nada. Y sí, ese bolso tipo tote en piel marrón —estructurado, sin logos— completa un look que se nota pensado pero sin rigidez.
2. Camisa desabrochada y actitud relajada
Aquí el estilo es más discreto, pero igual de efectivo. Una camisa en tono arena, fluida y abierta hasta el tercer botón, cae sobre unos pantalones grises holgados que marcan el paso sin apretar la silueta. El peinado hacia atrás, las gafas de sol y el mínimo de accesorios refuerzan ese aire de frescura. Parece que no ha venido a llamar la atención, y quizá por eso la consigue.
3. Rayas finas y muñecas cargadas de intención
Este look combina dos cosas: la estructura de un traje cruzado con las rayas diplomáticas finas y el desenfado de unas mangas remangadas que enseñan una ristra de pulseras. El pañuelo en el bolsillo y la camisa rosa pálido debajo dan pistas de alguien que cuida los detalles pero no necesita gritar estilo. El gesto, las gafas en el pelo, la conversación: todo acompaña.
4. El rincón de Brunello Cuccinelli es siempre un desfile en sí mismo
Una escena de showroom que parece robada de una portada. Trajes en tonos piedra, camisas blancas impecables y ese aire relajado que rodea siempre al universo Cuccinelli. Uno lleva sneakers, otro luce mocasines. La conversación se nota entre amigos, y eso también viste. Aquí no hay excentricidades: hay saber estar, telas que caen bien y cortes que no fallan.
5. Rosado, celeste y blanco: cómo salirse del gris sin perder el control
Una americana de lino rosa bien llevada, un conjunto de seersucker en azul claro y zapatillas rojas como golpe de efecto. No hace falta recurrir al negro para imponer presencia. El ambiente invita a charlar, a mirar tejidos, a probar algo nuevo sin dejar de sentirse uno mismo. Y eso es justo lo que hacen ellos.
6. Doble o nada: estilo gemelo con mensaje
Camisas estampadas en verde lima, bermudas azul marino y tote bags a juego. Este dúo demuestra que en Pitti también hay hueco para la irreverencia bien construida. Posan con total naturalidad, sin postureo, como si llevaran ese uniforme todos los días del año. El que los acompaña, con camisa rayada y camiseta rosa, se alinea sin perder su identidad.
7. Rayas verticales y deportivas blancas: equilibrio de extremos
El traje a rayas con corte amplio, sin corbata y sobre camiseta blanca, se pasea por el recinto como si llevarlo fuese lo más cómodo del mundo. Y probablemente lo sea. Gafas de sol colgadas del bolsillo, deportivas neutras y paso firme. El que va al lado, con chaqueta técnica azul, equilibra el conjunto. Pitti también es esto: calle y pasarela en el mismo plano.
8. Texturas que cuentan historias
Aquí no hay color llamativo, pero sí mucho que mirar. El traje en tejido rústico claro, combinado con camisa blanca y corbata de topos, habla de experiencia. El pañuelo perfectamente doblado, las gafas gruesas, la postura al conversar… todo indica que este hombre no se disfraza, se viste. Y lleva años haciéndolo así.
9. Dos formas de entender el traje en pleno junio
El primero, Carlos Domínguez (director creativo de la firma española PuroEgo) lo lleva abierto, en tono chocolate, con gafas oscuras y una actitud que mezcla elegancia y calle. El segundo opta por un traje claro, camisa abierta y la sonrisa de quien sabe que va bien vestido. No hay rivalidad, hay camaradería. Ambos entienden la moda como una herramienta para sentirse seguros, incluso bajo el sol de Florencia.