Con una película dirigida por Steven Meisel y protagonizada por 50 supermodelos, la firma española conmemora su aniversario más icónico hasta la fecha.
La firma gallega que cambió para siempre la forma de vestir las tendencias celebra medio siglo de historia, y lo hace como mejor sabe: rodeada de grandes nombres, alta estética y un proyecto artístico de los que se quedan en la memoria colectiva. Pero antes de adentrarnos en la gran producción que ha preparado para conmemorar este aniversario, toca volver al origen.
Zara nació en 1975 en A Coruña. Un pequeño local en el centro de la ciudad abría sus puertas sin saber que, décadas después, se convertiría en una de las marcas más influyentes del planeta. Amancio Ortega, su fundador, no partía con una visión romántica de la moda, sino con una idea clara: democratizar el estilo. Que cualquier persona pudiera acceder a las tendencias que hasta entonces solo estaban al alcance de unos pocos. Su modelo de negocio —basado en la agilidad, la renovación constante y la capacidad de producción— fue pionero en un momento en el que el lujo todavía marcaba el tempo.
Hoy, Zara forma parte del grupo Inditex, uno de los conglomerados textiles más potentes del mundo. Su sede sigue en Galicia y su influencia, intacta. La clave ha sido mantener el pulso a las pasarelas, adaptarse con agilidad y cultivar una estética que, con los años, ha evolucionado hacia códigos cada vez más sofisticados.
Una campaña histórica para una fecha señalada
Para celebrar estas cinco décadas, Marta Ortega Pérez —actual presidenta no ejecutiva de Inditex— ha apostado por algo más que una simple campaña de aniversario. Fruto de su estrecha relación con el fotógrafo Steven Meisel, nace «50 years, 50 icons», una producción audiovisual que rinde homenaje no solo a la firma, sino a todo el imaginario de la moda que Zara ha sabido interpretar y moldear a lo largo de estos años.
La película, que se estrena el 9 de mayo de 2025, exactamente medio siglo después de la apertura de la primera tienda, cuenta con un elenco de lujo. Cindy Crawford, Naomi Campbell, Linda Evangelista, Twiggy, Christy Turlington, Carla Bruni, Amber Valletta o Irina Shayk —entre muchas otras— se reúnen frente a la cámara de Meisel para cantar “I Feel Love” de Donna Summer. Un gesto simbólico que celebra no solo el amor por la moda, sino también la conexión emocional que estas figuras han mantenido con la marca a lo largo del tiempo.
Moda, nostalgia y dirección creativa de altura
La dirección artística del proyecto recae en Jason Duzansky, con Karl Templer como estilista, Pat McGrath al frente del maquillaje y Guido Palau en peluquería. Todos ellos habituales colaboradores de Meisel, que consigue dar vida a una producción que se mueve entre la nostalgia y la vanguardia.
Las modelos lucen piezas de una colección cápsula pensada para la ocasión: esmoquins monocromáticos, líneas puras y una estética atemporal que encaja perfectamente con el mensaje de la campaña. No es una mirada al pasado, sino una reafirmación del presente. Zara no está celebrando lo que fue. Está celebrando lo que es.
Una marca que se sigue escribiendo en presente
«La creatividad es el corazón de Zara«, afirma Marta Ortega. “Es la característica que nos define. Esta increíble película de Steven Meisel es una expresión de la libertad creativa y de la magia que siempre queremos crear”. Y esa libertad, precisamente, ha sido una de las claves del éxito. En un mercado cambiante, Zara ha sabido leer a su cliente sin perder su ADN.
Cinco décadas después, la marca que comenzó como una tienda local en Galicia firma una de las campañas más ambiciosas del año. Una declaración de intenciones que, más allá de lo visual, sirve para poner en valor una historia empresarial única. Una historia que, por lo que parece, aún tiene muchos capítulos por escribir.