La histórica boutique Louis Vuitton Via Montenapoleone reabre sus puertas tras tres años de restauración con el primer restaurante conceptual de la Maison en Italia, en colaboración con el grupo Da Vittorio.
Después de tres años de restauración en el Palazzo Taverna, Louis Vuitton vuelve a abrir su tienda en el número 2 de Via Montenapoleone, en pleno centro de Milán. Este edificio, uno de los más reconocidos del distrito de la moda, es testigo del paso del tiempo y, tras una transformación completa, se ha convertido en un espacio donde conviven la moda, el diseño, la artesanía y la gastronomía.
El proyecto, liderado por el arquitecto Peter Marino, ha respetado la esencia del edificio original —de estilo neoclásico tardío— y ha sabido transformarlo en un nuevo punto de encuentro para locales y visitantes.
Un homenaje a Milán desde la arquitectura
Desde la calle, la fachada de columnas y gabletes del Palazzo Taverna sigue transmitiendo la elegancia de siempre. La entrada principal, con su gran arco decorado, da paso a un interior aún más imponente. Nada más entrar, llama la atención la altura del espacio y la gran protagonista de esta renovación: una “cascada vegetal” que cae desde los balcones del típico patio de casa di ringhiera, abrazando un jardín interior cubierto por un techo acristalado.
A medida que el sol se mueve a lo largo del día, las sombras y los reflejos van transformando el ambiente de este jardín escondido. El resultado es un juego de luces, hojas de jazmín y arquitectura que habla directamente del vínculo entre Louis Vuitton e Italia. Los artesanos lombardos se han encargado de trabajar la carpintería y la piedra —hasta quince tipos diferentes—, y los tonos elegidos mantienen una paleta sobria y cálida, muy en la línea del gusto milanés.
El diseño de interiores cobra protagonismo
Una de las grandes novedades de la tienda es que, por primera vez, Louis Vuitton dedica una planta entera al universo del interiorismo. En la segunda planta, los clientes encontrarán las cinco líneas que conforman las Home Collections de la Maison, con especial protagonismo para la nueva Signature Collection presentada recientemente en la Milan Fashion Week.
Entre los espacios más destacados está la zona dedicada a Objets Nomades, que incluye cojines, textiles y piezas de decoración. También hay un rincón para los Exceptional Games, con versiones de diseño del ajedrez, backgammon o futbolín, y una sala que reproduce la histórica mesa de comedor de la casa familiar en Asnières, como una mirada íntima a los orígenes de la marca.
Un jardín en el centro de la ciudad
En el patio central del Palazzo Taverna se ha instalado uno de los grandes atractivos del renovado espacio: el Da Vittorio Café Louis Vuitton. Este nuevo punto de encuentro se inspira en los jardines de invierno y ofrece una atmósfera serena, con suelos de piedra en tonos degradados diseñados por Martin Kline y un techo de cristal que inunda el lugar de luz natural.
Las paredes restauradas recuperan la arcada original del edificio, y cada pieza de mobiliario se ha diseñado y fabricado en talleres locales. Las telas pintadas a mano, las plantas que rodean las mesas y el aire de casa privada del norte de Italia consiguen que este café tenga una identidad propia dentro del universo Vuitton.
DaV by Da Vittorio Louis Vuitton: el primer restaurante conceptual de la Maison en Italia
Justo al lado, en la calle Bagutta 1, se encuentra el restaurante DaV by Da Vittorio Louis Vuitton. Esta es la primera vez que la Maison pone en marcha un proyecto gastronómico de este tipo en Italia, en alianza con la familia Cerea, del grupo Da Vittorio.
Con capacidad para 48 comensales y distribuido en dos plantas, el restaurante apuesta por una cocina italiana con ingredientes de temporada y una presentación que conecta con el imaginario de Louis Vuitton. Los entrantes se comparten al estilo veneciano y hay platos que rinden homenaje tanto a la ciudad como a la marca. Uno de los más comentados: el tradicional osso buco con risotto al azafrán, donde el arroz se sirve con la forma de la flor Monogram.
Las verduras, las frutas, los detalles del emplatado y el ambiente recuerdan que este restaurante es una pieza más del universo cultural que Louis Vuitton está construyendo en Milán.