Diez lugares imprescindibles que debes visitar si viajas a Buenos Aires

Caminito

Por algunos apodada como La París de América, Buenos Aires es la capital de Argentina y para muchos una ciudad que derrocha amor por su cultura y por su espléndida riqueza monumental.

Teatro Colón

El Teatro Colón es considerado como uno de los teatros líricos más importantes del mundo y que no se puede dejar de visitar, como La Scala de Milán, la Ópera Garnier de París y el Royal Opera House de Londres. Con más de un siglo de existencia, en el año 2008 el Gobierno de la Ciudad inició una restauración en profundidad, con el objeto de devolverle todo su esplendor y, al mismo tiempo, dotarlo de los más importantes adelantos tecnológicos. Esta obra permitió que el Teatro fuera reinaugurado para el bicentenario de la Nación, en el año 2010. Desde su primera función del 25 de mayo de 1908, en la que se presentó la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, actuaron los directores, cantantes y bailarines más importantes de la historia, tales como Igor Stravinsky, Herbert von Karajan, Daniel Barenboim, Maria Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Rudolf Nureyev, Julio Bocca y Maximiliano Guerra.

Su construcción, que duró casi 20 años, es obra de los arquitectos Francesco Tamburini, Victor Meano y Jules Dormal. De esta obra participaron 1500 personas. Según los grandes directores de orquesta el Colón es uno de los mejores de su tipo. La sala en herradura genera una distribución perfecta del sonido y los tres pisos de palcos diseñados con materiales blandos -telas, maderas, alfombras- logran una óptima absorción. En los pisos superiores se utilizaron materiales duros como mármol y bronce para perfeccionar la reflexión de las ondas. Su cúpula fue decorada por el pintor argentino Raúl Soldi y hacerlo le llevó 41 días. El edificio del Teatro alberga además diferentes talleres donde se realizan las producciones de sus espectáculos, así como el Instituto Superior de Arte, reconocido en todo el mundo y donde se forman los futuros cantantes líricos y bailarines, tal es caso de Julio Bocca y Maximiliano Guerra.

Asistir a cualquier espectáculo en este edificio es una experiencia que conseguirá convertir a cualquier viajero en un local.

La Casa Rosada

La Casa Rosada es un palacio ubicado frente a la Plaza de Mayo que funciona como sede del Gobierno Nacional. Este imponente edificio de color rosado ocupa el predio donde se erigió en 1580 el Fuerte de Buenos Aires. Fue la residencia de virreyes españoles y luego albergó, con algunas reformas, a las autoridades de los sucesivos gobiernos patrios. El actual edificio es el producto de la fusión de dos construcciones anteriores: la sede presidencial y el Palacio de Correos (en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Balcarce).

El Palacio de Correos, contiguo al edificio, opacaba sensiblemente a la sede del gobierno, por lo que el presidente Julio Argentino Roca solicitó en 1882 un proyecto de ensanche y reparaciones que fusionara a ambos edificios. Para unirlos, el arquitecto italiano Francisco Tamburini (responsable del proyecto original del Teatro Colón) proyectó un gran arco central en la entrada de Balcarce 50, cuya construcción finalizó hacia 1890. Esto marcó el fin de lo que quedaba del antiguo Fuerte: solo se conservaron algunos muros y una de las troneras, que pueden verse en el actual Museo Casa Rosada.

Cementerio de La Recoleta

El Cementerio de la Recoleta se encuentra ubicado en el exclusivo barrio de la Recoleta, que debe su nombre a que allí se hallaba el convento de los monjes recoletos, al que también pertenecía la vecina Basílica Nuestra Señora del Pilar (en la antigua huerta de los monjes se construyó el cementerio).

Es el más visitado de la ciudad, por sus numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas, pertenecientes a muchos de los principales protagonistas de la historia argentina, como el de Eva Perón (Evita), una de las tumbas más concurridas. Asimismo, merece una visita por su valor arquitectónico, ya que es una muestra de los tiempos en que el país era una potencia económica emergente y las principales familias de la ciudad competían por construir panteones esplendorosos. Muchas de las bóvedas y mausoleos son obra de importantes arquitectos y están adornados con mármoles y esculturas; más de 90 bóvedas han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.

Fue construido en 1822 como primer cementerio público de la ciudad y su trazado es obra del ingeniero francés Próspero Catelin. Luego, hacia fines del siglo XIX, cuando las familias más acomodadas comenzaron a mudarse hacia esta zona de la ciudad, pasó a convertirse en su necrópolis preferida. Entre las personalidades enterradas en el Cementerio de la Recoleta figuran líderes políticos, presidentes de la Nación, escritores, Premios Nobel, deportistas y empresarios.

• El Cementerio de la Recoleta ofrece visitas guiadas gratuitas sólo en español. De martes a viernes a las 11 h. Sábados, domingos y feriados, a las 11 h y a las 15 h. El recorrido dura aproximadamente una hora.

• El Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires también ofrece visitas guiadas por el barrio de Recoleta, incluido el cementerio.

Caminito

Caminito es uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad y de los atractivos imperdibles para quienes lo visitan. Con sus construcciones típicas de chapa del barrio de La Boca, que muestran sus paredes pintadas de distintos colores, es también un museo a cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Su trazado sinuoso se debe a que sigue el cauce de un arroyo que fluyó hasta principios del siglo XX. La zona era conocido popularmente como “Puntin” (diminutivo de “puente” en dialecto genovés ).

Durante mucho tiempo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada (a una hora de Buenos Aires) hasta que en 1928 el ramal fue clausurado y la vía se convirtió en un callejón abandonado. Fue gracias a la iniciativa de varios vecinos, entre los que se encontraba el pintor Benito Quinquela Martín (uno de los principales benefactores del barrio y cuya obra se conmemora a través del colorido de las casas de La Boca), que en los años 1950 se recuperó el terreno para convertirlo en un paseo peatonal y en una calle museo, en la que de a poco se fueron sumando obras de distintos artistas. En 1959, por iniciativa de Quinquela Martín, se lo bautizó con el nombre del célebre tango “Caminito”, compuesto por Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza y estrenado en los carnavales de 1926.

En la “Feria de Artistas Plásticos de Caminito” encontrarás artistas contemporáneos de destacada trayectoria, que exponen y venden sus obras inspiradas en el colorido de su entorno y el sentir tanguero. Funciona todos los días de 11:00 a 18:00 hs (invierno) y de 11:00 a 20:00 hs (verano).

El Puente de la Mujer

El Puente de la Mujer, uno de los emblemas del barrio de Puerto Madero, es la primera obra en América Latina del reconocido arquitecto español Santiago Calatrava y representa otra muestra de que la Ciudad busca permanentemente posicionarse a la vanguardia del arte y de la arquitectura en toda la región. Se trata de un puente peatonal giratorio con uno de los mecanismos de giro más grandes del mundo, pensado para permitir el paso de las embarcaciones a vela que navegan por los diques de Puerto Madero. La obra, realizada en España y donada a la Ciudad por un particular, representa la imagen de una pareja que baila el tango, donde el mástil blanco simboliza el hombre y la silueta curva del puente la mujer.

Café Tortoni

El Café Tortoni, bar notable ubicado en el barrio de Monserrat, es el más antiguo de la Ciudad (fue fundado en 1858) y constituye una verdadera atracción para quienes lo visitan.

En sus mesas de mármol y sus paredes está presente una parte importante de la historia de Buenos Aires, ya que entre sus clientes más destacados se encontraban los escritores Jorge Luis Borges, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Julio Cortázar, así como los músicos Arthur Rubinstein y el mítico Carlos Gardel. Su primer propietario fue un inmigrante francés de apellido Touan, quien lo bautizó en honor a otro célebre Café Tortoni de París. La imponente fachada que da a la Avenida de Mayo fue obra del arquitecto Alejandro Christophersen, realizada en 1898.

Actualmente en el subsuelo del Tortoni se presentan espectáculos de jazz y de tango (al lado del café se encuentran la Academia Nacional del Tango y el Museo Mundial del Tango).

Carlos Gardel tenía siempre una mesa reservada para él, lejos de la vista de sus admiradores. De acuerdo con el poeta Enrique Cadícamo, era la que se encontraba en el costado derecho del salón junto a la ventana entrando por Rivadavia. ¿Oíste hablar de la leche merengada, más allá de la canción de María Elena Walsh? El Tortoni es uno de los pocos lugares en Buenos Aires donde aún se puede pedir leche merengada, que toman los habitantes de la Ciudad desde hace más de un siglo.

Rosedal de Palermo

Dentro del Parque 3 de Febrero, en Palermo, se encuentra el Rosedal, con una colección de más de 18.000 rosas y un lago que lo rodea. Ocupa un espacio que le perteneció a la quinta de Juan Manuel de Rosas, hasta que fue derrotado el 3 de febrero de 1852 en la batalla de Caseros. Comenzó la obra con el paisajista Carlos Thays, el mismo que construyó el Jardín Botánico, el Parque Avellaneda y el Parque Lezama, entre otros. Luego, lo terminó su discípulo Benito Carrasco en 1914.

Todos los meses de julio cuando empieza la época de la poda, los vecinos y turistas se acercan a los jardineros para recibir flores o los esquejes a partir de los cuales se pueden reproducir nuevas especies. De esta manera, en invierno los rosales florecen sanos y fuertes para alcanzar el máximo punto de desarrollo en octubre.

En 2012, el Rosedal de Palermo festejó su centenario (1914-2014) y fue reconocido con el premio internacional “Garden Excellence Award” (Jardín de excelencia). Este premio es otorgado anualmente por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas (WFRS, son sus siglas en inglés).

En sus 3,4 hectáreas que ocupa, también cuenta con un puente griego que cruza el lago, un anfiteatro, un patio andaluz y el Jardín de los Poetas. En este último espacio, 26 bustos recuerdan a personajes célebres como Alfonsina Storni, Dante Alighieri, William Shakespeare y Jorge Luis Borges, entre otros.

Feria de Plaza Dorrego

Es el corazón del antiguo barrio de San Telmo, en el sur de la ciudad. Es una de las pocas plazas porteñas totalmente pavimentada. En tiempos de la colonia, la zona era conocida como “Alto de las carretas” porque los carros tirados por bueyes o caballos la usaban como parada antes de cruzar un arroyo para llegar al centro de Buenos Aires. Alrededor de la plaza, muchos caserones del siglo XIX fueron reciclados y transformados en cafés, negocios de antigüedades (especialmente en la calle Defensa) o restaurantes de categoría. Los bares de la zona ponen mesas en la plaza y es uno de los lugares con más artistas callejeros de la ciudad.

Los domingos funciona en Plaza Dorrego una gran feria antigüedades y artesanías. La plaza es Monumento Histórico Nacional dado que el 13 de septiembre de 1816 el pueblo de Buenos Aires se reunió para reafirmar la Declaración de la Independencia, promulgada el 9 de julio de 1816 en el Congreso de Tucumán.

Galerías Pacífico

El edificio que alberga a las Galerías Pacífico, uno de los principales centros comerciales de la Ciudad, merece ser visitado por sus bellas instalaciones y, principalmente, por su magnífica cúpula, decorada con murales realizados por destacados pintores argentinos: Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo, Demetrio Urruchúa y Juan Carlos Castagnino.
Ubicado en el barrio de San Nicolás, en pleno Centro (Avenida Córdoba y Florida), fue construido por los arquitectos Emilio Agrelo y Raúl Le Levacher en 1889, para ser sede de las tiendas Au bon Marché (en la misma época en que comenzaban a surgir otros grandes almacenes como Harrod’s y Gath & Chaves). Sin embargo, nunca llegó a ser utilizado para su fin original y, poco tiempo después de su inauguración fallida, fue vendido al ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, que finalmente le dio su actual nombre (entre 1896 y 1940 albergó las instalaciones del Museo Nacional de Bellas Artes y luego, en 1944, fue modificado por los arquitectos Aslan y Ezcurra).

Tras varios años en estado de abandono, el edificio fue recuperado en 1990 para convertirlo en el proyecto original de centro comercial. Reinaugurado dos años más tarde, hoy es uno de los centros de compras más frecuentados de la Ciudad. En el ángulo que da a las calles Viamonte y San Martín funciona el Centro Cultural Borges.

La Reserva Ecológica

Con sus 350 hectáreas, la Reserva Ecológica es el mayor espacio verde de la Ciudad de Buenos Aires y uno de los paseos preferidos para caminar, andar en bicicleta, trotar o pasar el día en familia durante el fin de semana. A lo largo de sus numerosos senderos (que llevan hasta el río), se pueden observar distintas especies de aves, mamíferos, anfibios, reptiles y vegetación autóctona como pastizales de cortaderas y bosques de alisos.

La Reserva Ecológica Costanera Sur es el aula de la ciudad de Buenos Aires donde todos sus habitantes y visitantes pueden aprender acerca de los beneficios que nos brinda la naturaleza y de qué manera se puede conservar el medio ambiente. Es, además, un sitio que permite una experiencia singular y reparadora de la mente y el espíritu, opción saludable y cada vez más necesaria en una de las ciudades más pobladas del mundo. Su creadora fue la naturaleza que se apoderó del lugar gestando vida y esplendor utilizando las ruinas del proyectado “Centro Administrativo de la Ciudad” un emprendimiento que pretendía ganarle tierras al río, y que azarosamente terminó regalándole a Buenos Aires un sitio único.

Tampoco debes perderte…

Buenos Aires es una ciudad que no descansa. Los amplios horarios comerciales permiten visitar todo tipo de establecimientos para los amantes de las compras. Los apasionados de las letras plasmadas en papel y de la música reproducida de forma analógica podrán encontrar las tiendas de música y librerías más reconocidas sobre la avenida Corrientes, entre avenida Callao y Carlos Pellegrini. Destaca la experiencia de recorrer la librería Ateneo Grand Splendid, reconocida internacionalmente como una de las más impresionantes del mundo. En su día fue teatro y hay mantenido dicha arquitectura, de modo que elegir un libro, pedir un café cortado y disfrutar de leer unas páginas en el mismo escenario.

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Uno de los bienes más preciados de Buenos Aires es la platería, con multitud de direcciones de gran interés a lo largo de toda la ciudad. Es el caso de Pérez Sanz, en el barrio de la Recoleta, famosos entre otros productos por sus clutchs. El coqueto barrio de San Telmo alberga el atelier de Marcelo Toledo, uno de los orfebres más famosos de todo el país, aclamado por infinidad de celebrities; así como el histórico taller de Juan Carlos Pallarols, todo un museo dedicado a la belleza de la platería con piezas exquisitas.

Además del fútbol, otro de los deportes más seguidos entre los porteños es el Polo. Los visitantes de Buenos Aires admiran con entusiasmo la destreza de los polistas a lomos de los caballos. Por ello, lo recomendable es asistir al Torneo de Polo Abierto de Palermo en noviembre, en plena primavera austral. Además, los viajeros que deseen ponerse en el papel de uno de estos deportistas pueden disfrutar de clases de polo para vivirlo en primera persona. Tampoco se puede pasar por alto el Polo Day, una experiencia premium que incluye formación, juego, degustaciones gastronómicas y relax en su precioso campo.

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La ley seca que comenzó a regir a principios del siglo XX dio paso a una serie de bares clandestinos, a puerta cerrada, llamados ‘speakeasy’. Buenos Aires es un destino en el que este tipo de bares han resurgido en gran manera. Por este motivo, es recomendable investigar y adentrarse en uno de ellos, como el Nicky Harrison, escondido tras un moderno restaurante japonés, donde los barman crean cócteles específicamente para cada cliente, en función de sus gustos.

A la hora de disfrutar de la gastronomía, uno de los locales que más de moda se ha puesto es Desarmadero, abierto este mismo año en el barrio de Palermo. El establecimiento reinterpreta el concepto de “bar de cervezas” haciendo hincapié en el aspecto más artístico de la ciudad: arte por Alfredo Segatori, un beer truck en una terraza al aire libre y variedad de platos de primera calidad, resaltados por 27 canillas con las mejores cervezas artesanales del país. Su Happy Hour, aclamado por quienes salen en el horario de After Office, funciona de 18 a 20:30 hs. Además, cuentan con un novedoso sistema de sellado de latas de cerveza en el momento (o Crowlers) para que cada quien pueda llevarse la variedad de cerveza que prefiera, en excelentes condiciones y al mismo precio que la pinta.

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