El desarrollo de Inteligencias Artificiales, el descubrimiento del universo desconocido o las misiones espaciales son algunos de los avances científicos más importantes que nos ha dado el 2022 y que han cambiado para siempre la forma de comprender nuestro mundo.
El telescopio espacial James Webb, conocido por su “ojo dorado”, ha permitido observar el universo con una claridad nunca vista hasta ahora. Su puesta en funcionamiento ha sido uno de los logros científicos más destacados del ya clausurado 2022, junto con el descubrimiento de la bacteria más grande jamás encontrada, el desvío de un asteroide, la recuperación de ADN de hace dos millones de años y los avances en la inteligencia artificial.
La revista Science ha publicado su selección de las noticias científicas más importantes del año. Según Tim Appenzeller, director de la sección de noticias de la revista y supervisor de su equipo de redactores en todo el mundo, «elegimos las noticias más importantes de la ciencia del último año, en función de su impacto en la investigación y en la sociedad, y también en la ciencia del futuro».
Aunque el logro en fusión nuclear anunciado esta semana no pudo incluirse en la lista, debido a que se dio a conocer después de que la revista enviara a la prensa su número sobre los avances científicos, el James Webb, el observatorio espacial más grande de la historia, encabeza la lista como el hito más destacado.
AVANCES CIENTÍFICOS MÁS IMPORTANTES DEL 2022
El ojo dorado del telescopio James Webb nos descubre el universo desconocido
Después de muchos retrasos, 20 años de desarrollo, un alto costo de 10.000 millones de dólares y un peligroso viaje de 1,5 millones de kilómetros al espacio, el nuevo telescopio espacial James Webb (JWST, de la NASA, la ESA y la agencia espacial canadiense) finalmente abrió su ojo dorado y nos permitió ver el universo y su lejano pasado con una increíble claridad sin precedentes. A diferencia de su predecesor, el Hubble, el JWST es capaz de detectar la luz infrarroja, incluyendo la emitida por las primeras estrellas y galaxias que existieron.
Poco después de comenzar a operar a finales de junio de 2022, los investigadores comenzaron a descubrir miles de nuevas galaxias más lejanas y antiguas que cualquiera de las documentadas hasta entonces.
Además de ofrecer impresionantes imágenes del cosmos, el telescopio es capaz de recoger suficiente luz de objetos astronómicos (desde estrellas nacientes hasta exoplanetas) para revelar de qué están hechos y cómo se mueven por el espacio. Estos datos ya han permitido conocer con gran detalle la composición atmosférica de planetas ubicados a cientos de años luz de la Tierra, proporcionando pistas sobre su posible habitabilidad.
“Microbios” gigantes
El hallazgo del microbio más grande del mundo, con sus complicadas estructuras internas, ha causado una gran conmoción en el campo de la biología este año. Se espera que los microorganismos sean microscópicos, pero Thiomargarita magnifica puede ser 5000 veces más grande que muchas células bacterianas, alcanzando fácilmente el centímetro de longitud.
Esta bacteria única, con forma de hilo, se encontró por primera vez en hojas en descomposición en un manglar de la isla caribeña de Guadalupe, en las Antillas francesas.
Normalmente, el ADN de una célula bacteriana flota libremente en el citoplasma, pero en T. magnifica está en compartimentos llamados pepins adheridos a la membrana, una característica propia de células más complejas. En estos «granos» se almacena el código genético de la célula, se lee el ADN y se traduce en proteínas. La presencia de estos «granos», junto con el enorme tamaño de estas bacterias, hace que se tenga que reconsiderar principios básicos en las ciencias biológicas.
Reconstrucción del mundo jurásico con ADN antiguo
Los investigadores han logrado recuperar fragmentos de ADN de al menos 2 millones de años del suelo helado del Ártico, superando la creencia de que la duración del ADN es de aproximadamente 1 millón de años y que cualquier material genético más antiguo estaría demasiado degradado para ser leído.
Este descubrimiento, publicado en Nature, ha permitido reconstruir un paisaje de hace 2 millones de años en el norte de Groenlandia, demostrando el poder del ADN ambiental para recuperar mundos perdidos.
Los fragmentos de ADN de 41 muestras de una gruesa capa de sedimentos en la desembocadura de un fiordo revelaron un bosque costero compuesto por álamos, tuyas y otras coníferas, además de gansos negros, cangrejos herradura y mamíferos como renos, lemmings y mastodontes. El análisis de estos genes antiguos permitirá conocer mejor a estas especies y sus adaptaciones, e incluso plantear la controvertida posibilidad de volver a traerlas a la vida.
La misión DART desvía un asteroide que venía directo a la Tierra
Por miles o millones de años, una pequeña luna llamada Dimorphos orbitó alrededor de un asteroide más grande, Didymos, a millones de kilómetros de la Tierra. El 26 de septiembre, la NASA chocó contra él una nave espacial, alterando para siempre su órbita y demostrando una táctica que algún día podría salvar a la humanidad.
La sonda Double Asteroid Redirection Test (DART), del tamaño de un refrigerador, se estrelló a unos 6 kilómetros por segundo contra Dimorphos, de 160 metros de ancho, en un simulacro de una misión de defensa planetaria. La NASA quería acercar ligeramente a Dimorphos a su compañero, acortando su período orbital.
Poco después se confirmó el éxito de la misión. Los responsables informaron de que el impacto alteró la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos en 32 minutos, reduciéndola de 11 horas y 55 minutos a 11 horas y 23 minutos. Esto demostraba una estrategia que podría seguirse si algún día un asteroide amenaza la Tierra.
La Inteligencia artificial “nos roba” la creatividad
La inteligencia artificial (IA) está ganando terreno este año en ámbitos que anteriormente se consideraban exclusivamente humanos, como la expresión artística y el descubrimiento científico.
Un ejemplo son los modelos de texto a imagen, que utilizan el aprendizaje automático para asociar palabras con imágenes en línea y encontrar patrones que permiten generar nuevas imágenes basadas en nuevos textos.
DALL-E, del laboratorio de investigación OpenAI, ha implementado una técnica de aprendizaje automático llamada difusión que permite que las imágenes surjan del «ruido» guiadas por el contexto o las descripciones del texto.
Este año se han presentado varios modelos de este tipo y un artista que utilizó uno de ellos ganó un concurso de bellas artes. También se han presentado aplicaciones creativas de la IA en ciencia, como herramientas que predicen la estructura 3D de las proteínas y programas como AlphaFold de DeepMind, que ha logrado predecir la forma tridimensional de más de 200 de proteínas de los organismos de la Tierra. ¿Será capaz la IA también de llegar a percibir y expresar emociones de la misma manera que hacemos los humanos? Es cuestión de tiempo comprobarlo…
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